57.- Una buena casa

Una buena casa

Ann Leary

Tiempo estimado de lectura: 4-5 horas. 408 páginas.

De qué va: nuestra protagonista, Hildy Good nació y vive en Salem donde es una promotora de éxito. Le encanta la vida tranquila y confortable que su pueblo le ofrece pero también detesta que no pueda dar un paso sin que se sepa y ésto puede ser un problema cuando le apetece tomarse una copita de más.

Opinión personal: todo lo que en un principio parece que va a ser una anodina vida de una mujer de mediana edad en EEUU se pone interesante cuando vas indagando en la personalidad de la protagonista. Ella, descendiente directa de una de las brujas ajusticiadas en el famoso juicio de Salem, es capaz de "leer" a las personas, pero está casi ciega cuando la cuestión es entenderse a sí misma.

Lo mejor: en este caso tengo que decir que hay dos cosas que me han parecido excepcionales: por un lado cómo Hildy nos muestra la psicología del ser humano a través de sus "lecturas" mentales. Cómo sólo, sabiendo que cada persona lo que quiere escuchar es lo especial que es, puedes hacer creer que conoces a todo el mundo. Es un tema sobre el que reflexionar y que la autora es capaz de mostrarnos sin pesadez ni moralismos. Por otro lado, el profundo conocimiento que Leary debe tener sobre las adicciones y los procesos mentales subyacentes me ha dejado fascinada. Nos describe a la perfección las fases y pensamientos que cualquiera pasa ante un tema de adicciones. Genial.

Lo peor: las descripciones sobre caballos y sobre el mundo de la equitación. Excesivo si se entiende que no aporta nada a la historia.


Para reflexionar:

"Ellas, mis hijas, quizás lo consideren triste, pero esos son algunos de los momentos más felices de mi vida, cuando puedo volver a transformarme cómodamente en mí misma"

"Dios. La gente y sus bobadas románticas. [...] Ahí está la clave, nuevamente: nadie quiere creer la realidad obvia y evidente de que todos somos bastante iguales. La mayoría prefiere creer algo invisible e improbable, que el destino lo determina la posición de los astros, que existe una entidad espiritual que les mueve a ellos, seres únicos y maravilloso, que los humanos pueden leer la mente, que su destino puede predecirse y variarse. La verdad pura y simple es esta: la mayoría de los seres humanos son muy parecidos. La verdad simple y evidente es que existen muy pocas variables sobre lo que una persona puede hacer, pensar, temer o desear en una situación determinada."


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