42.- Ganas de hablar

Ganas de hablar

Eduardo Mendicutti

Tiempo estimado de lectura: 3 horas. 312 páginas.

De qué va: Cigala está harto de callarse. Se ha callado toda su vida: mientras hacía la manicura a las señoritas de su pueblo, cuando le insultaban por ser lo que no podía quería evitar ser, antes y después de las palizas que su padre le daba... Ahora, que desde el Ayuntamiento proponen poner una calle con su nombre, no le da la gana de estar más en silencio.

Opinión personal: La novela está escrita a modo de monólogo interior, un avasallador monólogo a través del cual somos capaces de entender la vida y emociones del protagonista. Una forma original de conocer lo que era España y lo que, de algún modo, sigue siendo. Imprescindible.

Lo mejor: La historia que nos narra es genial, parece verdaderemente que el autor ha sido capaz de meterse en la cabeza de Cigala. Construye un pasado creíble que configuran el presente de una persona que, a pesar de haber sufrido mucho lo que busca es respeto, más que venganza.

Lo peor: Por decir algo... en ocasiones algunas explicaciones son un tanto forzadas.

Para reflexionar: 

"Ahora todo lo que se os pasa por la cabeza, o por donde se os pase, lo saltáis y tan tranquilos. La de cosas que yo he tenido que callarme no caben en todo el internet, lo digo yo, y mira que el internet tiene que ser grande que ya sé que es grandísimo. Pues no cabe ahí dentro todo lo que me he tenido que callar, y mira que he hablado yo en mi vida, aunque, si te digo las cosas como son, eso de hablar tantísimo era muchas veces otra manera de no decir lo que me hubiera gustado decir [...] Muchas veces tanto hablar no era más que una mordaza"

"Pero muchas veces hablo para contar una película que sea lo más bonita posible, y muchísimas veces me he contado esas películas a mí mismo, para que la película no sea de demasiado llorar, o para que sea de mucha risa, Fallon, otra manera de callarse, y no sé si tú me entiendes"

Valoración global: 8,5